domingo, 6 de noviembre de 2011

JOSÉ FRANCISCO COBIÁN PRESENTA SU LIBRO: LEER LA VIDA





Autlán, Jalisco. Viernes 28 de octubre de 2011.

Con el propósito de acercar la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística de Jalisco a través del Capítulo Costa Sur a los jóvenes, José Francisco Cobián Figueroa presentó su libro Leer la vida en la Escuela Secundaria J. Jesús Velázquez Gómez de Autlán de Navarro, Jalisco.
El Director de la Escuela: Ing. Arnulfo Álvarez García fungió como anfitrión y maestro de ceremonias. De esta manera, presentó al presdidium integrado por el Dr. Nabor De Niz Domínguez, el Mtro. Fausto Nava González y el Dr. José Francisco Cobián Figueroa, todos miembros del Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco; al presidente de la Directiva de Padres de Familia, a los profesores y personal administrativo y operativo del plantel. Enseguida dio inicio la presentación del libro en la que se contó también con la presencia del Mtro. Juan Manuel Ruiz García miembro de la misma sociedad.
En las distintas intervenciones del Ing. Arnulfo Álvarez hizo alusión a la amistad con el autor del libro, remembranza de los años de estudiantes, de la dificultad que se tenía para conseguir libros y leerlos y algunas anécdotas en torno a la historia lectora y literaria del Dr. José Francisco Cobián.
En su turno, el Coordinador del Capítulo Costa Sur: Dr. Nabor De Niz, expresó las siguientes palabras:

LEER LA VIDA
Presentación del libro del Dr. José Francisco Cobián Figueroa
28 de octubre de 2011.
Dr. Nabor De Niz Domínguez (BSGEJAL)

Agradezco muy cumplidamente al Dr. Cobián Figueroa, el que me haya invitado a la presentación de este pequeño pero interesantísimo libro, producto de una profunda observación de la forma de reaccionar sentimentalmente de los estudiantes que participaron en este experimento, que los induce, no sólo a incrementar sus hábitos de lectura, sino que los inicie en un ejercicio preliminar en la escritura de sus recuerdos y emociones.
El Dr. Cobián Figueroa se ha caracterizado siempre por, además de ser un lector apasionado, buscar siempre las formas de incentivar, con innovaciones en los métodos didácticos, el mejor aprovechamiento de sus alumnos.
Contar nuestros recuerdos todos lo hacemos, pero escribirlos, sólo muy pocos. Y eso, encontré como respuesta a los que he preguntado: porque no se me había ocurrido.
Sabemos que contamos con los más bajos promedios de lectura per cápita en nuestro país, que desafortunadamente se incrementado negativamente con el predominio de los medios masivos de comunicación, ya que estos, nos están acostumbrando a darnos conceptos "digeridos" que nos ahorran el esfuerzo de la reconstrucción de la imagen que quiere transmitirnos el comunicador, debiendo aceptar el concepto a veces simplista o deformado de estos mismos conceptos.
Los recuerdos y emociones de los estudiantes aquí narrados nos informan del estilo de vida que se lleva en sus hogares, así como de los conflictos, tanto familiares como sociales de los que forman parte.
Es posible que ellos mismos no se habían dado cuenta del resultado de traer al presente esos recuerdos, menos aún narrarlos y todavía menos escribirlos y de esta manera compartirlos. Al hacer esto, han descubierto el valor de sus recuerdos y emociones, se han interesado pro las reacciones que producen en quien o quienes las conocen y con esto han descubiero el valor de la lectura.
Qué importante es, desde el punto de vista pedagógico, descubrir los métodos para que con ejercicios sencillos pero trascendentes los jóvenes estudiantes descubran el gusto por la lectura y con ello, el acceso directo a la cultura de todos los tiempos. Que sientan la satisfacción del aprendizaje, no como una imposición, sino como un logro personal, que lo llevará a su crecimiento espiritual.
Qué importante es que el pedagogo tenga siempre la inquietud de la superación personal, que lo considere como una oportunidad profesional, para que con ello pueda transmitirle a sus alumnos esas inquietudes hacia el conocimiento de nuevo. Que los induzca a que puedan ampliar cada vez más el horizonte de sus conocimientos a medida que incursionen en toda la sabiduría que nos han heredado tantas mentes brillantes del pasado y del presente.
Las tecnologías modernas, si se usan adecuadamente, son herramientas invaluables para adquirir conocimientos de todos los niveles y profesiones.
Existen actualmente, bibliotecas enteras en Internet, como la de la UNESCO, que pueden consultarse desde la comodidad de su aula o de su casa, a la hora que más le convenga, sin más restricción que la que impone el tiempo disponible. esto es sólo por mencionar una de tantas, pues casi todas las universidades prestigiadas han puesto su acervo cultural al alcance del que tenga interés en conocerlo.
A manera de recuerdo anecdótico, les comento que en mis tiempos... para leer novelas o cuentos, debíamos hacerlo a la luz de una vela o de un aparato de petróleo con bombilla y sólo los que no estaban censurados por la iglesia. Posteriormente, ya en el nivel de preparatoria, debíamos ajustarnos a los horarios de las bibliotecas, ya de la Universidad o la Pública, lo que era una gran limitante, desde luego, comparado con la actualidad.
Ahora, en este pequeño libro, los alumnos del Dr. Cobián, han descubierto lo interesante que resulta contar sus experiencias, escribirlas para luego leerlas y con ello entrar, diríamos, al principio de la narrativa, ya sea histórica, novelesca o biográfica. Les recuerdo que así empezó aquella narrativa: En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...
Sabemos que para el Dr. Cobián es sólo el principio de un programa que se ha fijado, dentro del PROGRAMA NACIONAL DE SALAS DE LECTURA, como una forma de incentivar a sus alumnos en esta disciplina, como una forma de acceder a la cultura general.
Esperamos que esos programas tengan el éxito que se merecen, para que su esfuerzo sea valorado adecuadamente y que todos podamos apreciar lo importante que es LEER LA VIDA.

Por su parte, el Mtro. Fausto Nava González dijo:

LEER EN LA VIDA… (Dr. J. Francisco Cobián Figueroa.)

Una de las formas o técnicas de lectura es la Inferencial, la cual, después de suponer que el lector ha entendido plenamente un texto, hace un ejercicio de análisis y reflexión con el fin de profundizar lo más posible en el mensaje del escrito en cuestión e inferir el sentido del mismo para de allí obtener un aprendizaje y una experiencia que luego puedan ser aplicados a la vida práctica.
“Leer en la vida… “ es la invitación del Dr. y Mtro. Cobián Figueroa iniciarnos en este tipo de lectura utilizando nuestra propia vida al sugerirnos, a cada uno de sus lectores, a escribir la Autobiografía que luego servirá como texto del cual obtener experiencias y aprendizajes; pero no cualquier experiencia y aprendizaje, sino de algo tan cercano a nosotros como es nuestra propia vida.
Desde luego que este ejercicio nos exigirá un trabajo tal vez extenuante, pero nos irá proporcionando la alegría de ir conociendo cada uno de los pasos que hemos dado a través del tiempo, la alegría de acercarnos a nuestros familiares y con ello sentir de cerca cuánto han hecho por nosotros, cuánto les debemos, cuánto tiempo hemos perdido al alejarnos de ellos desaprovechando sus vivencias y conocimientos.
Mas, si sería hermoso iniciarnos con lo más cercano y nuestro, como es el conocimiento de lo propio y de quienes han tenido qué ver con nuestra vida en forma directa, y me refiero aquí a nuestra propia familia, después de haber exprimido su acontecer y de “enfrentar una realidad dura de aceptar” como nos lo dice el autor, cuán valioso sería, aprovechando lo adquirido, introducirnos a la observación del actuar de nuestras sociedades para ir descubriendo detalle a detalle las causas de su desafortunada vida social.
Ya Paulo Freire en su país, usó los periódicos y revistas como textos para que los alumnos fueran encontrando en la vida diaria de la sociedad aquella, los problemas, sus causas y consecuencias provocando una verdadera reacción social, de tan trascendente magnitud, que el Gobierno tuvo que cancelar aquel proyecto, pues lo iba dejando al descubierto ante sus gobernados, lo cual le era preocupante y funesto para sus intereses.
Y así también nosotros, los mexicanos, debemos volver a aquella saludable costumbre de leer tarde y mañana en la escuela, de leer en casa, en los parques y jardines, en los cafés y en las tertulias a las que acudían quienes estaban interesados en aumentar y hacer crecer su cultura.
Cuan interesante resulta pues su Ponencia, Doctor J. Francisco Cobián Figueroa, ahora que la lectura es una de las carencias más lamentables. El día que México cuente con un pueblo que guste de la lectura, de su análisis y reflexión, habrá dado un paso gigante en su desarrollo. Desgraciadamente, quienes deberían estar comprometidos con la educación, se interesan muy poco por leer y hacer leer. Inexplicable pero real esta observación. Aunque aquí si es justo reconocer que existen excepciones, desgraciadamente muy escasas y entre esas excepciones se encuentra usted Maestro.
Vaya pues para usted y para los integrantes de su Sala de Lectura, mi enhorabuena y a la vez, mi súplica de que jamás se rindan ni desmayen ante tan invaluable empeño.

Muchas gracias-.


Y el autor (José Francisco Cobián) quien participó en último lugar, tomando en cuenta el público al que se dirigía, desplegó sus habilidades declamatorias para emocionar a los muchachos con versos de Manuel Acuña, Pablo Neruda, Gutierre de Cetina, Luis G. Urbina, Carlos Rivas Larrauri y Marco Blanco Belmonte, logrando entre los jóvenes un estado de éxtasis seguramente poco experimentado en sus cortas vidas. Cuando preguntó a los oyentes ¿qué creen que sintió la persona a quien el poeta dijo estos versos al oído?, varios muchachos contestaron a coro: ¡se derrite! Y hubo risas generalizadas, como muestra de que el efecto se se buscaba fue logrado.